¿Conoces el Mar de Aral? Esta pregunta la he realizado a mucha gente y la respuesta de forma casi invariable ha sido: NO. Pues bien, el Mar de Aral está situado en Asia Central entre Kazajistán al norte, y Uzbekistán al sur. En realidad se trataba de un enorme lago alimentado por los rios Amu Daria y Sir Daria. Lo podéis ver en Google Earth en las coordenadas 45º 0' N 60º 0' E. Su en 1960 superficie era similar a la de Costa Rica, unos 68.000 Km2. Las mediciones que se hicieron en 2004 arrojaban que su superficie había descendido más de un 60% hasta los 17.000 Km2, y se espera su desaparición total para el 2020.
Es de preguntarse como una catástrofe de este tipo ha llegado a suceder y nadie se ha enterado. Vamos por partes, al origen de la catástrofe.
En 1930 los planes agrícolas de la Unión Soviética decidieron no depender del algodón importado y realizar enormes planes quinquenales que contemplaban extensas plantaciones en Uzbekistán y Kazajistán, a las que se sumaron los cultivos de arroz, cereales y melones. Para ello derivaron mediante canales de ínfima calidad (que perdían por el camino hasta el 70% del agua aportada) los caudales de los ríos Amu Daria y Sir Daria para regar los gigantescos campos de cultivo, esquilmando el nivel freático y reduciendo su aporte al lago. Ya en la década de los 60 era tanta el agua que no llegaba al Mar Aral que descendía a un ritmo de 20cm al año. En los 80 dado que el ritmo de agua extraída de los ríos se duplicó, al igual que la producción de algodón, el ritmo de desecación se había multiplicado por más de cuatros reduciéndose su altura más de 90 cm al año. A nadie le parecía importar que el Mar desapareciera y en la antigua URSS incluso se daba como un hecho.
La ciudad pesquera está a kilómetros del mar y muchos de los antiguos barcos pesqueros se encuentran varados en el desierto que antes era el fondo del mar. Así mismo, en el 1987 el Mar quedó dividido en dos partes, el Mar de Aral Norte (el pequeño) y el Mar de Aral Sur. En 2003 se decidió construir un dique de cemento enorme para intentar inyectar agua dulce en el Mar Aral Norte reduciendo los niveles de salinidad y recuperando un trozo del Mar Original. Sin embargo la gran parte sur del lago se deseca y desaparecerá en breve.
Los rusos llevaron a cabo importantes experimentos biológicos en su isla central llamada Renacimiento, donde tenían un centro de investigación para la guerra bacteriológica, y actualmente el fondo del antiguo lago es un desierto salino, repleto de los nocivos pesticidas y fertilizantes de las plantaciones. Los vientos los arrastran a más de 300 km de distancia y las poblaciones cercanas tienen una incidencia muy elevada de cánceres y diversas patologías respiratorias entre las que se encuentra una variedad de tuberculosis resistente a los antibióticos actuales.
El Mar de Aral se muere y no hay forma de recuperarlo en una catástrofe ecológica y humana de dimensiones bíblicas, y nosotros estamos felices en nuestro confortable sofá, sin saber ni una palabra al respecto. Morirán muchas más personas que las del terremoto de Japón del 2011, mientras nos ponemos las prendas hechas con el algodón que lo provocó.